Veintidós países europeos suscribieron el jueves el tratado internacional ACTA, que pretende lucha contra la piratería y la falsificación a nivel global, ya sean bolsos falsos o películas descargadas. Entre los países europeos que firmaron el polémico texto estaba España.
No es que nos sorprenda, dado que el Gobierno anterior dejó claro que la neutralidad no iba con ellos, y al nuevo le faltó tiempo para aprobar la aparcada y detestada Ley Sinde, pero echemos un vistazo a esto que hemos firmado.
Aunque al texto le han quitado las normas de "tres avisos" para cortar Internet a los que insistan en descargarse archivos protegidos (y que tanto han fracasado en Francia), sigue teniendo las habituales provisiones sobre que las proveedoras de conexión a Internet podrían verse responsabilizadas por la piratería si no bloquean páginas, y asimila el fabricar y vender unos Levi's falsos o medicinas falsificadas con compartir un disco o una película.
Ha habido algo de oposición minoritaria en los parlamentos, como el socialista francés que lo tildó de "charada" o los parlamentarios polacos con máscaras de Guy Fawkes. Y también en Polonia hubo protestas ciudadanas, pero en su mayoría el texto se ha firmado sin grandes problemas y sin despertar la polémica de las (más peligrosas) SOPA y PIPA estadounidenses.
El tratado aún tiene que someterse a votación en el Parlamento Europeo este año, donde representantes de partidos pirata europeos ya han denunciado el texto y la forma en la que se redactó a puerta cerrada. Esperamos que provoque al menos un debate, en lugar de una votación rápida sin que nadie se plantee dos veces la estrategia.
Fuente: www.baquia.com
Fecha: 27 enero 2012
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